David: Una Década de Compromiso y Pasión en Hacienda Compostela
Más de diez años de dedicación, jardinería, y eventos han convertido a David en un pilar fundamental de Hacienda Compostela, un lugar donde el trabajo en equipo, la familia y el compromiso con la comunidad son el alma de todos los días.
En el corazón de Soyaniquilpan, San Agustín, se encuentra Hacienda Compostela, un lugar que no solo se destaca por su belleza, sino también por el cálido equipo de personas que lo hacen posible. Entre ellos, David es un claro reflejo del espíritu familiar y comprometido que distingue a esta hacienda.
“Me llamo David. Tengo más o menos 10 años trabajando aquí y radico en Soyaniquilpan, San Agustín”. En este tiempo, ha sido testigo de cómo la hacienda ha evolucionado6. “Se ha pasado el tiempo rapidísimo, supongo que es parte del buen ambiente laboral, del siempre tener actividades y cosas nuevas”, comenta David, quien con una sonrisa recuerda que todos en Hacienda Compostela se consideran como una familia.
Este ambiente de camaradería se refleja en la manera en que el equipo trabaja en conjunto, reconociendo las fortalezas y debilidades de cada uno, lo que facilita que las tareas se realicen con eficacia. “Básicamente somos todos familiares, y ya cada quien sabe sus debilidades y lo que sabe hacer mejor, entonces, por eso ya no nos cuesta trabajo hacer las cosas”, explica David, destacando lo bien que se complementan en sus diversas funciones.
David, quien comenzó en el área de jardinería como un hobby, ha visto cómo su pasión por las plantas ha crecido hasta convertirse en una de las actividades clave dentro de Hacienda Compostela. “Empezamos produciendo suculentas, tenemos un vivero grande de suculentas”. Esta parte del trabajo no solo involucra el cuidado de las plantas, sino también la producción, el abono, el podado y la reproducción. Sin embargo, las responsabilidades de David no terminan ahí. El mantenimiento general de la hacienda es otra de las tareas que realiza, asegurándose de que todos los sistemas de drenaje y electricidad funcionen correctamente, lo que garantiza un entorno perfecto para los eventos que se llevan a cabo en el lugar.
Pero la versatilidad de David no termina con la jardinería y el mantenimiento. A lo largo de los años, se ha integrado como proveedor en los eventos, desempeñándose como parte del staff multifuncional que hace posible que cada boda y celebración en Hacienda Compostela sea única. “Ponemos letras gigantes, iluminación, ahorita que va a haber la pedida de mano, nosotros ponemos las letras gigantes y la iluminación, la pirotécnica”, explica con entusiasmo. Cada evento es una nueva oportunidad para sorprender y, sobre todo, para asegurarse de que los novios y los asistentes se lleven una experiencia inolvidable.
“Siempre está uno con la expectativa, ¿Les gustará? ¿No les gustará?”, reflexiona David sobre las emociones que acompañan su trabajo. Sin embargo, lo que realmente le llena es la satisfacción de ver la alegría en los rostros de quienes disfrutan de lo que él y su equipo han preparado. “Al final, nos quedamos con lo que a los novios sí les gustan las cosas o te dan un: ‘Ay, gracias por ayudarnos a hacer esto’. Eso es lo que realmente nos llena”.
Para David, Hacienda Compostela es más que un lugar de trabajo: es un espacio que le permite crecer, compartir su pasión por la jardinería y el mantenimiento, y ser parte activa en la celebración de momentos importantes en la vida de las personas. En sus palabras, la hacienda se ha convertido en un lugar único, un refugio donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar de la tranquilidad, pero también en un espacio que impacta positivamente en la comunidad. “Nuestra perspectiva es que ustedes estén contentos, de lograr que impactemos aquí. Eso es lo que realmente nos motiva”, concluye con una sonrisa, demostrando que en Hacienda Compostela, más allá del trabajo, lo que importa es la satisfacción de todos los que forman parte de esta gran familia.